Nuestras vidas están llenas de obligaciones, estrés y agendas apretadas. Y, aunque muchos soñamos con eso, una visita diaria al spa probablemente está fuera del presupuesto de la mayoría de nosotros.
Así que ¿por qué no crear una atmósfera similar en nuestra propia habitación?
Después de un largo y ajetreado día, nada puede ser más benéfico que llegar a una habitación verdaderamente relajante en la que puedas desconectarte y descansar. Sigue estos 5 consejos para hacer de tu dormitorio principal el espacio perfecto para un retiro físico y espiritual.
Invierte en un buen colchón
Nunca entenderás el valor de invertir en un buen colchón hasta que duermas en uno. El colchón es el elemento de más uso, no solo en tu habitación sino en toda tu casa. Un colchón que se ajuste a tus necesidades particulares hará toda la diferencia en tus horas de sueño y básicamente en tu calidad de vida.
Deshazte del acumulamiento
El caos—juguetes de tus hijos, montañas de papeles, ropa desorganizada—no puede tener lugar en tu habitación. ¿La solución? Mucho espacio de almacenamiento. ¡Y no necesitas un dormitorio demasiado grande para conseguirlo! Opta muebles multifuncionales, como un baúl frente a tu cama que sirva como banca y espacio extra para guardar tus cosas.
Simplifica tu paleta de colores
El color puede tener un gran impacto en la sensación de tu dormitorio. Una paleta de colores suaves como azules pálidos, grises, y blancos son opciones populares en las habitaciones principales por una buena razón: son tonos que invitan a la relajación. Agrega sólo unos toques de colores—preferiblemente con plantas.
Ilumina tu espacio
Las luces suaves son un elemento esencial para conseguir una atmósfera relajante. Aprovecha la luz natural durante el día, y agrega lámparas sobre la cabecera para llevar a cabo tu nocturna—como leer un libro o revisar tu teléfono. No olvides agregar algunas velas para añadir un sereno brillo a la tranquilidad de tu dormitorio.
Elimina las distracciones
Tu habitación debe ser el lugar al que puedas llegar a desconectarte y relajarte después de un largo día. Todo lo que tenga que ver con tu trabajo está estrictamente vetado del dormitorio. Algunos piensan que la televisión es demasiado estimulante para antes de dormir. Prueba un dormitorio libre de electrónicos.